Esta la sociedad turca con el corazón en un puño, hablan algunos incluso de guerra civil en el futuro, se desploma la lira después de unos años de escalada imparable y las cosas pintan bastos.
El Tribunal Constitucional turco juzgó admisible sobre la forma, ayer, una demanda de prohibición del Partido de la justicia y el desarrollo (AKP), en el poder, acusado de actividades que van contra la laicidad.
Llama la atención que la decisión se tomara a la unanimidad de los once jueces. EL fiscal publico, Abdurrahman Yalçinkaya, considera que el AKP, a la cabeza del país desde noviembre de 2002, amenaza los fundamentos laicos de la República turca.
La batalla entre los islamistas, moderados a decir de algunos pero cuya senda es inequívoca (pañuelos, prohibición de alcohol en los bares municipales de Estambul, etc…) y linear y la élite laicista, que sigue sin entender al resto del país mayoritario que busca una vida mejor, que de momento Erdogan le ha proporcionado va a quedar de momento circunscrita a los tribunales.
Las detenciones por parte de la policía de un periodista y un rector de universidad hace un par de semanas fue la respuesta del poder real frente al poder oculto y laico que rige el país desde tiempos de Atatturk.
Esto no ha hecho sino comenzar..
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